miércoles, 29 de septiembre de 2010

Nación pedí disculpas!!!

Saludos gente...

Con indignación digo que al momento de hacer este post, ya han pasado más de doce horas cuando nuestro medio de comunicación "de dominguear", la Nación, por medio del Facebook, Twitter y su página web metieron la pata al mejor estilo tico y mataron a Cerati...

Es increíble que el manejo de crisis realizado sean tan pésimo, que los usuarios no tengan UNA SOLA RESPUESTA a los más de 500 comentarios al respecto...

Mientras en nación se encuentran reunidos, su credibilidad web se cae a pedazos...


(Imagen tomada del Fusil)

jueves, 9 de septiembre de 2010

La cara que no se ve en el día del niño y la niña.... "LOS NIÑOS SUEÑAN, PESE A LA GUERRA"


La cara que no se ve en el día del niño y la niña....
"LOS NIÑOS SUEÑAN, PESE A LA GUERRA"

Esta nota la había leído hace 7 años en Nación... En aquel momento la había recortado y guardado, y hoy grax al archivo d nacion la encontré...

Aquí la comparto, pq creo q vale la pena hacer reflexión...

Bendiciones,

Mario Solís
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Franja de Gaza
Los niños sueñan, pese a la guerra
• Educación y medicina son profesiones que surcan los sueños de los niños palestinos que viven entre la violencia


Christine Hauser
Reuters


Varios niños palestinos que sueñan con ser médicos e ingenieros en un futuro esperan entre las armas el autobús escolar en la polvorienta aldea de Mughraqa, en la franja de Gaza.

En la pared a sus espaldas, una ametralladora dibujada con atomizadores de grafitti es un recuerdo latente de que pueden ser devorados por un conflicto mucho antes de terminar sus estudios.

La probabilidad es que cada vez más niños en edad escolar de esta tierra agobiada por la pobreza terminarán con fusiles de asalto y explosivos en sus manos en la medida que prosigan los choques entre palestinos y judíos en Cisjordania y la franja de Gaza, dicen los especialistas y trabajadores humanitarios.

Afectados


Los niños palestinos, testigos de batallas y derramamiento de sangre, están siendo arrastrados como participantes del conflicto, y según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) muchos perciben la violencia como algo aceptable.

Salim Abu Hweisha, de 10 años, espera el autobús escolar por las mañanas con un grupo de chicos inquietos en una intersección de Mughraqa. Para impresionar a sus amigos, hace como si halara la argolla de una granada y la lanzara a los soldados israelíes.

En el próximo minuto habla de la vida normal.

“Cuando crezca quiero ser profesor. Es importante que los niños palestinos se instruyan”, dice Abu Hweisha.

Los niños que tratan de aislarse del conflicto y soñar con un futuro pacífico siguen marcados por la sangre derramada.

Khadija es una niña que tímidamente se resistió a revelar su apellido a un reportero que le hizo una pregunta en la que no mencionó el conflicto de 28 meses entre israelíes y palestinos, presumiendo que ella no morirá prematuramente como cientos de otros niños.

“¿Qué quieres ser cuando seas grande”, le preguntó el periodista. “Quiero ser maestra yendo a la escuela y la universidad”, expresó.

Cuando duerme, Khadija tiene visiones de la guerra. “Oigo el sonido de tanques y cohetes. Sueño que los judíos vienen a nuestras casas y hay gente muerta y herida”.
Perturbador


Al menos 1.802 palestinos y 698 israelíes han muerto desde setiembre del 2000, cuando los palestinos iniciaron el levantamiento contra la ocupación israelí en Cisjordania y la franja de Gaza, áreas capturadas por Israel en la guerra de 1967.

Los militantes empeñados en destruir a Israel han matado a decenas de israelíes en emboscadas y ataques suicidas. Israel responde con tanques, helicópteros y aviones en áreas civiles donde el ejército dice que operan los militantes o se fabrican armas.

En Gaza, el conflicto se concentra en un estrecho corredor de territorio costero donde más de un millón de palestinos, muchos de ellos pobres y refugiados, viven en atestadas comunidades cerca de unos 6.000 judíos que están en asentamientos rodeados de cercas de seguridad.

Tras más de dos años de conflicto, quedan muy pocas áreas de Gaza que no hayan sufrido el rigor de las batallas.

Cuanto más se prolongue el conflicto mayor será la probabilidad de que los niños participen en los enfrentamientos, en la medida que disminuya su empatía y se vayan haciendo más agresivos, dice la Unicef.

“Algunos están ya participando directamente en las hostilidades y eso tiene que terminar”, dijo Pierre Poupard, de Unicef. “Hoy estoy alentando a los niños palestinos a que vivan, no que mueran, por su causa”.

Eyad Sarraj, un especialista en salud mental en Gaza, tiene una serie de dibujos de niños palestinos que pueden dar una idea de cómo los afecta el conflicto. Hay helicópteros que disparan contra las calles, gentes ensangrentadas, casas destruidas.

Un dibujo tiene una figura de un hombre sonriente acribillado de balas. Eso representa el martirio por la causa palestina.

“Cuando somos alcanzados por las balas israelíes es quizás una vía para una vida mejor”, dice Sarraj, interpretando la imagen.

Eso podría explicar “el porqué hay tanta glorificación del martirio”, agregó Sarraj.

Los niños palestinos están sujetos a las imágenes de la televisión palestina y a los libros que elogian el martirio (la muerte en combate o a manos de un enemigo) como símbolo de heroísmo .

¿Mártires?


En al menos dos ocasiones el año pasado, menores palestinos murieron realizando “misiones” espontáneas, mal armados, contra asentamientos judíos en Gaza. Algunos dirigentes comunales han exhortado a los niños a mantenerse al margen del combate.

El 1.° de enero, tres adolescentes palestinos fueron heridos después de atravesar una cerca en Gaza al anochecer, acercarse al asentamiento judío de Elei Sinai armados con pinzas para cortar alambre y un cuchillo, en una aparente misión suicida, dijo el ejército israelí.

El especialista observó de nuevo los dibujos. “Son una mezcla de esperanza y la confrontación militar con los israelíes”, manifestó.

Algunos niños dibujaron árboles verdes en medio de la devastación. “Eso representa la esperanza”.

Se percibía esperanza en Gaza una mañana de la semana pasada. Poco después del amanecer, cientos de niños salieron en grupos ruidosos a la Calle Palestina hacia sus escuelas. Algunos se detuvieron a comprar golosinas y otras cosas, o caminaban bajo sus pesadas mochilas rumbo a sus aulas.

“Quiero ser maestro, enseñar a los niños nuestra historia”, dijo Madawi Youssef en el exterior de su escuela.

Wafa Hamad, una estudiante de 17 años, declaró: “Yo quiero ser médico o contadora. Tengo muchos sueños”. Sus amigas hablan entusiasmadas de convertirse en ingenieras, esposas, maestras. Todas sueñan, en medio de la violencia.